¿Puede que de alguna manera nos sintamos solos? es decir…nos vinculamos, tenemos pareja, familia…a veces conectamos y encajamos perfecto con ellos. Debatimos temas afines ya sea para reír o para compartir ideas; ¿pero…hay pensamientos que no se reproducen? lo tienes claro? Tienes consciencia más o menos de tus pensamientos? ¿desde el más altruista hasta la sombra que puede avergonzarte? o quizás la sensación de que si opinas, hay sensaciones imposibles de transmitir con palabras y, por lo tanto, no parecerían no ser comprendidas?
Las tareas, los festejos, las fechas, las reuniones son más o son menos, ¿pero…estás contigo antes que con otros? ¿Y estando bastante tiempo contigo mismo, puedes llegar a sentirte solo? ¿Tienes en consideración que además de la presencia humana hay compañía de otras especies: animales, insectos, plantas, árboles? y para varios, hay aún más…hay asistencia de quienes no puedes ver y no están transitando un estado físico, pero siguen estando o siempre estuvieron ahí… ¿Ese tipo de convivencia te basta para no perderte en el sentimiento de soledad? ¿En sumergirte y solamente Sentir y Escuchar…Más allá de palabras y del contacto físico?
¿Crees que aún sin el plano material podremos conectar y comunicarnos, percibirnos y acompañarnos? ¿Alguna vez lo intentaste? Puedes soltar las pantallas? ¿sin repensar si es que recibes mensajes? ¿Hiciste alguna vez la prueba de hacerlo a diario al menos por un rato? y qué pasó? qué pensaste o sentiste?
¿Puede que darte cuenta de esa dispersión te ayude a superar las preguntas por las que comencé?
Haciendo preguntas es por donde todo comienza. Si alguno de todos estos interrogantes te llevó hacia adentro, simplemente, comienza por uno, desarrolla tu intuición e irás avanzando y encontrando tus respuestas. El camino espiritual nunca termina, preguntas hay infinitas y hacerlas simplemente demuestra para qué estamos en este Planeta.